Un estudio reciente publicado en PLOS One revela que interactuar con perros puede tener un impacto positivo en la actividad cerebral y ayudar a aliviar el estrés. Investigadores de la Universidad de Konkuk, en Corea del Sur, llevaron a cabo escáneres cerebrales en 30 voluntarios mientras realizaban ocho diferentes actividades con un perro.
Durante las interacciones de tres minutos cada una, que incluían jugar, acariciar, alimentar y pasear al perro, se registraron cambios específicos en la actividad cerebral. Se encontró que las actividades como jugar y pasear aumentaron las ondas cerebrales asociadas con la relajación, mientras que actividades como acicalar y masajear al perro aumentaron la intensidad de las ondas cerebrales relacionadas con la concentración sin estrés.
Además, los participantes reportaron sentirse significativamente menos fatigados, deprimidos y estresados después de cada interacción con el perro. Estos hallazgos sugieren que las actividades con perros no solo pueden inducir respuestas emocionales positivas, sino también aumentar la atención, la concentración y la creatividad.
El estudio resalta la importancia de comprender cómo diferentes formas de interacción con animales, en este caso, los perros, pueden influir en la salud mental y el bienestar de las personas. En un mundo donde el estrés y la ansiedad son preocupaciones crecientes, esta investigación proporciona información valiosa sobre cómo aprovechar el poder terapéutico de los animales para mejorar la calidad de vida.
