Nueva Delhi/Islamabad, 8 de mayo de 2025 – La madrugada del 7 de mayo, India lanzó una serie de ataques con misiles contra objetivos en Pakistán y la región de Cachemira administrada por Pakistán, en respuesta a un atentado ocurrido el 22 de abril en la Cachemira india que dejó 27 turistas muertos. India afirmó que sus blancos eran “infraestructura terrorista” vinculada a grupos como Lashkar-e-Taiba y Jaish-e-Mohammed, mientras que Pakistán denunció la muerte de al menos 26 civiles, incluidos niños, y calificó la acción como un “acto de guerra” que viola su soberanía.

1. ¿Por qué se dividió el país?

Hasta 1947, India y Pakistán formaban parte de un mismo territorio bajo dominio británico. La independencia trajo consigo la partición: India, de mayoría hindú, y Pakistán, de mayoría musulmana. Esta división, trazada apresuradamente por el Imperio Británico, desencadenó una ola de violencia sectaria que dejó entre 200.000 y dos millones de muertos y entre 12 y 20 millones de desplazados. El resentimiento y la desconfianza entre ambos países se arraigaron desde entonces.

2. ¿Cuál fue el costo humano de la división?

La partición de 1947 provocó la mayor migración en masa de la historia moderna, con millones de hindúes, musulmanes y sijes desplazándose en ambas direcciones en medio de matanzas, violaciones y secuestros, especialmente en regiones fronterizas como Punjab. La frontera dejó familias divididas y heridas abiertas que aún persisten.

3. ¿Qué consecuencias tiene hoy la partición?

Cachemira, una región estratégica y de gran diversidad étnica, ha sido el principal foco de conflicto desde 1947. El territorio, de mayoría musulmana pero gobernado entonces por un maharajá hindú, optó por unirse a India, lo que desató la primera de cuatro guerras entre ambos países. Desde entonces, la región está dividida y reclamada por ambos, con frecuentes enfrentamientos y una fuerte presencia militar. La disputa por Cachemira sigue siendo el epicentro de la hostilidad, agravada porque tanto India como Pakistán poseen armas nucleares desde 1974 y 1998, respectivamente.

El ataque de este 7 de mayo es el más grave en décadas y eleva el riesgo de una escalada mayor entre dos potencias nucleares. Pakistán ha prometido responder “en el momento y lugar que elija”, mientras la comunidad internacional observa con preocupación la posibilidad de un conflicto abierto.