La Paz, 8 de mayo de 2025 – La reciente captura de un ciudadano peruano identificado como Emiliano Acuña, acusado de captar y trasladar a adolescentes bolivianas a Perú bajo engaños, ha encendido las alarmas sobre la trata de personas entre ambos países. El caso salió a la luz tras el hallazgo de una menor de 17 años, reportada como desaparecida en Bolivia, quien fue localizada en Puno, Perú. La víctima fue captada a través del videojuego Free Fire y posteriormente contactada por WhatsApp, lo que facilitó su traslado fuera del país.
Las investigaciones revelaron que el modus operandi del acusado incluía enamorar a sus víctimas por redes sociales y luego persuadirlas para viajar a Perú. En el celular del detenido se encontraron cerca de 2.000 fotografías de posibles víctimas, lo que sugiere que el alcance de sus acciones podría ser mucho mayor. Además, Acuña fue aprehendido en flagrancia en El Alto cuando intentaba trasladar a otra adolescente, lo que permitió su captura y posterior detención preventiva en la cárcel de San Pedro, en La Paz, por un periodo de seis meses mientras se desarrolla la investigación.
El retorno asistido de la menor a Bolivia fue posible gracias a la coordinación entre la FELCC, el Ministerio Público, Interpol y el Consulado boliviano en Perú. La adolescente fue sometida a valoraciones médicas y psicológicas para resguardar sus derechos y garantizar su recuperación. Las autoridades bolivianas destacaron la importancia de la alerta amarilla y la rápida acción policial para lograr la repatriación.
El caso no es aislado. En la misma semana, se logró la aprehensión de dos jóvenes de 19 años que intentaron llevar a una joven de 22 años a Perú con falsas ofertas laborales, con la finalidad de someterla a trata. Estas coincidencias han llevado a las autoridades a investigar la posible existencia de una red de trata de personas que opera entre Bolivia y Perú, enfocándose especialmente en la captación de adolescentes y jóvenes bolivianas.
La Policía y el Ministerio Público, en coordinación con sus pares peruanos, han intensificado las investigaciones y el intercambio de información para desarticular posibles redes de trata. Organizaciones de derechos humanos y la oficina de El Alto anunciaron un seguimiento permanente a estos casos, mientras crece la preocupación por la vulnerabilidad de las jóvenes ante engaños en redes sociales y videojuegos.
