Mundo, 21 de mato de 2025 – La eterna pregunta sobre si es mejor ducharse al comenzar el día o al finalizarlo tiene respuestas interesantes desde la microbiología, la dermatología y la ciencia del sueño. Aunque la elección suele basarse en preferencias personales, expertos coinciden en que cada opción aporta beneficios específicos para el cuerpo y la mente.
Beneficios de la ducha matutina
Ducharse por la mañana es una excelente forma de activar el cuerpo y la mente. Según la Dra. Primrose Freestone, microbióloga clínica de la Universidad de Leicester, la ducha matutina elimina el sudor, las células muertas y las bacterias que se acumulan durante la noche, dejando la piel más limpia para afrontar el día. Esto ayuda a reducir el mal olor corporal, ya que el sudor fresco es inodoro y son las bacterias las que lo descomponen generando olores desagradables. Además, ducharse al despertar estimula la circulación sanguínea, mejora la alerta mental y puede aumentar la productividad, como señala el dermatólogo Alok Vij de la Cleveland Clinic.
Por otro lado, la ducha matutina prepara la piel para la aplicación de productos de cuidado diario y ayuda a prevenir problemas como el acné, ya que elimina la grasa que se acumula en el cuero cabelludo durante la noche. También es ideal para quienes sudan mientras duermen, ya que elimina ese sudor y los microbios que se alimentan de él.
Ventajas de la ducha nocturna
Ducharse por la noche tiene beneficios claros para la higiene y el descanso. Durante el día, el cuerpo acumula suciedad, alérgenos, contaminantes y productos como protector solar o maquillaje. La ducha nocturna elimina estos residuos, evitando que se transfieran a las sábanas y provoquen irritaciones, alergias o brotes de acné. Además, una ducha caliente antes de dormir eleva la temperatura corporal temporalmente, lo que facilita un enfriamiento posterior que ayuda a conciliar el sueño más rápido y mejora su calidad, según estudios publicados en el Journal of Physiological Anthropology y expertos en sueño.
La ducha nocturna también forma parte de rutinas recomendadas para establecer ciclos de sueño saludables, especialmente en niños, y contribuye a relajar el cuerpo y la mente tras un día de actividad.
Consejos para una ducha ideal
Independientemente del momento elegido, los expertos recomiendan duchas breves (entre 5 y 10 minutos) con agua templada, evitando temperaturas muy calientes que resecan la piel. Es preferible usar limpiadores suaves, sin fragancias ni conservantes agresivos, para proteger el manto ácido de la piel. También es fundamental hidratarse inmediatamente después de la ducha para sellar la humedad.
Un aspecto clave para la higiene personal es la limpieza frecuente de la ropa de cama. Se aconseja lavar sábanas y fundas de almohada al menos una vez por semana para eliminar sudor, bacterias, células muertas y alérgenos que se acumulan y pueden afectar la piel y la salud respiratoria.
¿Qué dice la ciencia?
La ciencia no da una respuesta única para todos, sino que destaca que la mejor opción depende de las necesidades y estilo de vida de cada persona. Como recomienda el dermatólogo Alok Vij, lo ideal es experimentar con ambas rutinas y elegir la que mejor te haga sentir.
