Estado Unidos, 20 de junio de 2025 – El exministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, será liberado este viernes 21 de junio de una cárcel federal en Estados Unidos, tras cumplir la mayor parte de su condena por lavado de dinero y sobornos en un caso de corrupción vinculado a la compra irregular de gases lacrimógenos durante su gestión en el gobierno transitorio de Jeanine Áñez.

Murillo fue sentenciado en 2022 por una corte federal en Florida luego de declararse culpable de participar en un esquema de sobornos que le permitió recibir pagos ilícitos a cambio de beneficiar a una empresa estadounidense en un contrato millonario con sobreprecio para el Estado boliviano.

Tras su salida de prisión, Murillo será entregado al Departamento de Migración y Control de Aduanas de Estados Unidos, donde un juez migratorio determinará si será deportado directamente a Bolivia o si se activará un proceso formal de extradición, en respuesta a los pedidos formulados por el Estado boliviano.

El Gobierno de Bolivia ha reiterado en varias ocasiones su solicitud de extradición, argumentando que Murillo enfrenta múltiples procesos judiciales pendientes en el país, por delitos como uso indebido de influencias, enriquecimiento ilícito y daño económico al Estado.

El exministro de Justicia boliviano, César Siles, aseguró que Murillo no cuenta con estatus legal en Estados Unidos, lo que facilitaría una deportación inmediata, y descartó que pueda acogerse a asilo político o ser enviado a un tercer país debido a la gravedad de sus delitos.

No obstante, expertos legales advierten que el proceso migratorio podría extenderse varias semanas o meses, especialmente si Murillo decide apelar la deportación o solicitar asilo.

El abogado estadounidense Thomas Becker, defensor de víctimas de la masacre de Senkata, instó al Gobierno boliviano a seguir de cerca el proceso para evitar que Murillo evada la justicia nacional, recordando que el exministro mantiene contactos con autoridades estadounidenses que podrían influir en su situación.

En Bolivia, Murillo enfrenta al menos ocho procesos judiciales, dos de ellos con sentencia firme, por diversos delitos cometidos durante su gestión, y las autoridades aseguran que no quedará impune.