Cochabamba, 21 de julio de 2025.– Andrónico Rodríguez, presidente del Senado, vicepresidente de las 6 Federaciones del Trópico y actual candidato presidencial, reconoció abiertamente la existencia de narcotráfico en la región del Chapare, durante una reciente entrevista.
Ante la pregunta de si Bolivia está atravesando una situación de “narcoestado”, Rodríguez respondió:
“Un narcoestado no creo, pero se ha promovido esa narrativa, más por las organizaciones criminales”.
Consultado directamente sobre la presencia de narcotráfico en el Chapare, admitió:
“No vamos a negar, por supuesto que sí. Pero así como en el Chapare, lo hay en otras regiones del mundo”1.
Rodríguez cuestionó, además, la permisividad del Gobierno frente a estas organizaciones, señalando que corresponde al Ejecutivo explicar por qué se da tal situación. Al ser interrogado sobre la falta de presencia policial en la zona, atribuyó el fenómeno a motivos familiares de los agentes:
“Actualmente es porque las esposas de los agentes policiales no quieren [que vayan], por la situación política que hay”.
El también líder cocalero rechazó que el Chapare sea una “tierra de nadie” y consideró que la región ha sido estigmatizada mediáticamente. Asimismo, se manifestó en contra de una eventual militarización y descartó el retorno de la DEA (agencia antidrogas de EE.UU.), remarcando que la lucha contra el narcotráfico ya fue nacionalizada por Bolivia.
Sin embargo, admitió la necesidad de cambios institucionales:
“Lo que sí es necesario es reconfigurar la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico”1.
Esta admisión constituye una de las declaraciones más explícitas de un alto dirigente sobre la problemática del narcotráfico en el Chapare, región que históricamente ha sido señalada como centro de producción y tránsito de drogas, y plantea un debate sobre el actual enfoque del Estado boliviano en la lucha contra este delito.
