Cochabamba, 21 de julio de 2025.– Este lunes se reinstaló en Cochabamba el juicio oral contra los exprovinciales jesuitas Ramón Alaix Busquets (83) y Marcos Recolons de Arquer (81), acusados de encubrir los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Alfonso Pedrajas Moreno, conocido como el “Padre Pica”.

El proceso, que tiene un carácter histórico en Bolivia por tratarse de altos mandos de la Compañía de Jesús, se lleva adelante en el Juzgado de Sentencia Penal Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres N° 4 de Cochabamba. Más de 30 testigos de cargo y descargo participarán en las audiencias, que se desarrollan bajo reserva judicial.

“Es la primera vez que sentamos en el banquillo de los acusados a personas que tuvieron conocimiento detallado de los abusos y no actuaron para proteger a las víctimas ni denunciar a la justicia”, declaró Pedro Lima, vocero de la Comunidad Boliviana de Sobrevivientes.

Alaix y Recolons dirigieron la orden jesuita en Bolivia durante los años en que ocurrieron los abusos, entre 1972 y 2000, principalmente en el internado Juan XXIII de Cochabamba. Según la acusación, ambos conocieron las denuncias contra Pedrajas pero no las reportaron, incurriendo en encubrimiento.

El juicio se basa en el diario personal del sacerdote publicado en 2023, en el que admite haber abusado de al menos 85 menores, en su mayoría estudiantes de escasos recursos vinculados al sistema Fe y Alegría.

La Fiscalía solicitó sentencia condenatoria contra los exjesuitas, mientras que las víctimas y sus abogados esperan que esta causa siente un precedente para combatir la impunidad en casos similares.