Investigación internacional advierte que la sustancia era destinada a actividades de minería ilegal de oro en la Amazonía.

La Paz, 28 de julio de 2025La Agencia de Investigación Ambiental (EIA, por sus siglas en inglés) reveló que el Cártel Jalisco Nueva Generación estaría vinculado al cargamento de cuatro toneladas de mercurio incautado recientemente en Perú, cuyo destino final era Bolivia. La sustancia iba a ser utilizada en la extracción ilegal de oro en regiones amazónicas.

De acuerdo con el informe, el mercurio provenía de minas ubicadas en el estado mexicano de Querétaro, controladas por dicho grupo criminal. Desde allí, habría sido transportado hacia Bolivia, Colombia y Perú, en algunos casos haciendo transbordos a través de Estados Unidos. La EIA estima que entre 2019 y 2025 se traficaron cerca de 200 toneladas de este metal hacia la Amazonía.

“El mercurio mexicano fluye hacia minas de oro, muchas veces controladas por carteles, en Bolivia, Colombia y Perú”, indica el informe de la organización.

El uso de mercurio en la minería artesanal es un método común para separar el oro del lodo y las piedras, formando una amalgama que luego se calienta para evaporar el metal pesado. Este proceso ha sido identificado como la principal fuente de contaminación por mercurio en la región.

El estudio calcula que las operaciones ilegales, facilitadas por este tráfico, habrían generado alrededor de 8.000 millones de dólares en oro extraído ilícitamente. El precio actual del mercurio alcanza los 330 dólares por kilo, impulsado por el valor del oro en el mercado internacional, estimado en 3.300 dólares por onza.

La minería aurífera artesanal libera más de 800 toneladas de mercurio al año a nivel mundial, lo que la convierte en la mayor fuente de contaminación atmosférica por este metal. Su acumulación en suelos, ríos y organismos vivos representa un serio riesgo para la salud humana y el medioambiente.

Las autoridades peruanas y bolivianas no han emitido aún un pronunciamiento oficial sobre los vínculos mencionados en el informe. Entretanto, la EIA recomienda fortalecer los controles transfronterizos y la fiscalización de insumos químicos peligrosos en la región amazónica.