La Paz, 4 de julio 2024 — A una semana del fallido golpe de Estado militar, el presidente Luis Arce reflexionó sobre lo acontecido y llamó a las organizaciones sociales a mantenerse alertas ante posibles nuevos intentos de desestabilización. En una entrevista con Sputnik en la Casa Grande del Pueblo, Arce señaló que detrás de estos actos se encuentran sectores interesados en saquear los recursos naturales de Bolivia.
El 26 de junio, grupos de militares ocuparon la plaza Murillo y derribaron la puerta del Palacio Quemado con una tanqueta. «Agradezco a los países que se han solidarizado con nosotros ante el claro golpe de Estado fallido que hemos vivido», expresó Arce, destacando la detención de más de una veintena de militares y civiles involucrados en el intento de golpe, liderado por el general Juan José Zúñiga. Según investigaciones preliminares, Zúñiga planeaba tomar el poder y convocar a elecciones en 90 días, con supuesto apoyo de los gobiernos de Estados Unidos y de la Unión Europea.
El presidente Arce enfatizó que los eventos recientes son una demostración de que existen intereses externos en los recursos naturales del país, capaces de poner en peligro la democracia. «Lo sucedido demuestra que hay quienes pueden inclusive destruir la democracia para hacerse de nuestros recursos naturales y del Gobierno», afirmó.
Arce agradeció al pueblo boliviano por su papel crucial en evitar que el golpe se concretara y exhortó a las organizaciones sociales a estar alertas. «Los intereses en nuestros recursos van a seguir ahí. Ellos van a seguir insistiendo para hacerse cargo de nuestros recursos naturales», advirtió.
El presidente anunció que abordará estos y otros temas en la próxima cumbre del Mercosur en Paraguay, programada para el 8 de julio. Además, el 9 de julio, Arce se reunirá con el mandatario brasileño, Luis Inacio Lula da Silva, en Santa Cruz de la Sierra para discutir y firmar acuerdos.
Arce destacó la importancia de fortalecer las relaciones con Brasil, especialmente en temas como la venta de fertilizantes, comercio, inversiones y cooperación para la protección de la extensa frontera compartida, que abarca 3.400 kilómetros. «Con el presidente Lula tenemos una agenda extensa. Hay muchas cosas que tenemos que hablar, por ejemplo, sobre la venta de nuestros fertilizantes, así como la posibilidad de construir plantas conjuntas», explicó.
El presidente Arce concluyó que los recientes ataques al Gobierno son un recordatorio de la necesidad de seguir trabajando y avanzando con los proyectos en marcha. «No tenemos que cruzarnos de brazos. Todo lo contrario: hay que trabajar. Hay muchos proyectos que tenemos que continuar. Y lo vamos a seguir haciendo mientras estemos en la Casa Grande del Pueblo», aseguró.
