Mundo, 29 de agosto de 2024 – En la actualidad, cada vez más mujeres están optando por no tener hijos, eligiendo en su lugar la compañía de mascotas como perros o gatos. Según el Dr. Stanley Coren, del Laboratorio de Percepción y Neuropsicología de la Universidad de British Columbia, esta tendencia refleja un cambio en las prioridades de las mujeres millennial, influenciado en parte por variables psicológicas, socioeconómicas y la reciente pandemia de COVID-19.

Las razones detrás de esta decisión son diversas. Un estudio revela que muchas mujeres consideran que tener hijos en el contexto actual es demasiado costoso y estresante. De hecho, el 49% de las encuestadas cree que las personas con hijos están más estresadas, mientras que el 43% señala que criar un hijo es demasiado caro. Además, la estabilidad emocional y económica, sumada a las aspiraciones profesionales, son factores clave que llevan a las mujeres a preferir la compañía de una mascota, que consideran más manejable y menos demandante.

La psicóloga Reyna Lucero Nava destaca que esta elección es una decisión personal que no debería ser objeto de juicio social. Las parejas jóvenes, enfrentadas a una economía difícil y con objetivos profesionales y personales a largo plazo, ven en las mascotas una compañía ideal que no compromete su libertad ni sus planes de vida. Asimismo, la doctora Judith Moreno Berry subraya que este fenómeno no es exclusivo de América Latina, mencionando el caso de Corea del Sur, donde la baja natalidad se ha convertido en un problema nacional debido a que las mujeres priorizan su carrera sobre la maternidad.

En un mundo donde los roles y expectativas sociales están en constante evolución, cada vez más parejas optan por no tener hijos y, en su lugar, eligen criar mascotas. Esta decisión, lejos de ser un reemplazo, representa una opción consciente y alineada con las realidades del mundo moderno. Patricia Camargo, de 38 años, y su esposo Mateus Santana, son un ejemplo de esta tendencia. Tras decidir no seguir el camino tradicional de formar una familia con hijos, adoptaron a dos pequeños yorkshire terrier, Armandinho y Nina, que ahora consideran parte integral de su hogar.

Patricia relata que, aunque inicialmente enfrentaron críticas y presiones sociales, la elección de criar mascotas les permitió disfrutar de una vida plena y equilibrada, sin las exigencias y responsabilidades que conlleva la crianza de un hijo humano. «No es un reemplazo, es una opción», afirma Patricia, destacando que su decisión fue motivada por un deseo genuino de vivir una vida diferente a la convencional, sin las expectativas impuestas por la sociedad.

El sociólogo y psicoanalista Wlaumir Souza explica que esta preferencia por las mascotas refleja el contexto actual, donde las mujeres enfrentan desafíos significativos para equilibrar la maternidad con sus carreras profesionales. Además, factores como la situación económica y la inseguridad sobre el futuro también influyen en esta elección. Según Souza, la convivencia con animales es más sencilla y gratificante, ya que no cuestionan y ofrecen una lealtad incondicional, aspectos que muchas parejas valoran en su día a día.