Cochabamba, 5 de noviembre de 2024. En medio de un clima de creciente tensión en el país, Ponciano Santos, dirigente campesino, anunció que “la revolución ha comenzado” y expresó su frustración ante la situación actual, declarando que el movimiento campesino está “emputado”.
Durante un acto en Challapata, otro dirigente expresó la ira de la comunidad, instando a la Policía Boliviana a retirarse y advirtiendo que los pobladores “no les van a pedir que se despidan de sus familias”, sugiriendo una confrontación inminente. Este llamado a la resistencia se produce en el contexto de bloqueos y manifestaciones que han afectado diversas regiones del país.
Santos instó a sus compañeros a unirse y retomar el bloqueo de caminos a nivel nacional, enfatizando que el gobierno ha declarado la guerra a los campesinos. Las declaraciones han suscitado preocupación entre las autoridades, que temen un aumento de la violencia en medio de un ambiente ya tenso debido a las protestas en curso.
