Internacional, 12 de febrero de 2025 – Una joven llamada Johanna vivió una experiencia inusual al hospedarse en un Airbnb, donde la dueña colocó notas por toda la casa con restricciones y cargos adicionales por el uso de ciertas áreas y servicios. Lo que parecía un alojamiento común terminó siendo un sitio lleno de reglas poco convencionales que limitaron su estadía y le generaron costos inesperados.

Entre las advertencias más sorprendentes estaba un cargo de $6.3 por usar la lavadora y una tarifa de $12.67 por día, por dispositivo, para seguir utilizando el wifi después del primer día. Además, había una nota en el baño que indicaba: “No uses este inodoro para el ‘número 2’. Si lo tapas, recibirás un cargo obligatorio de $1270”. También se prohibía sentarse en una silla específica porque era «la favorita de mi difunto marido».

Al finalizar su estadía, la dueña del Airbnb le cobró un cargo extra por haber usado la mesa de pool. Al ser cuestionada sobre cómo sabía que había sido utilizada, la propietaria respondió que notó que los objetos estaban fuera de su lugar. La historia, compartida en TikTok, generó debate entre los internautas, quienes cuestionaron las políticas de Airbnb y sugirieron que es momento de volver a los hoteles.