Mundo, 11 de marzo de 2025 – Las ballenas desempeñan un papel clave en la salud de los océanos al transportar toneladas de nutrientes a través de su orina, piel y otros desechos. Un estudio reciente revela que estos gigantes marinos funcionan como fertilizantes vivientes, revitalizando ecosistemas marinos a lo largo de miles de kilómetros. Su impacto es tan grande que su contribución de nutrientes duplica la cantidad transportada por fuerzas físicas en algunas zonas costeras.
Los investigadores han determinado que especies como las ballenas jorobadas, francas y grises trasladan anualmente más de 4.000 toneladas de nitrógeno a regiones tropicales y subtropicales con bajos niveles de nutrientes. Además, aportan más de 45.000 toneladas de biomasa, lo que beneficia el crecimiento del fitoplancton y proporciona alimento a diversas especies marinas. Antes de la caza masiva, estos aportes eran hasta tres veces mayores.
El fenómeno ha sido descrito como la «gran cinta transportadora de ballenas», ya que estos cetáceos se alimentan en aguas frías y viajan a regiones más cálidas para reproducirse. Durante el trayecto, sus desechos enriquecen los océanos y favorecen la productividad de los ecosistemas. En Hawái, por ejemplo, la cantidad de nutrientes que depositan las ballenas en su santuario marino supera la que transportan las corrientes oceánicas locales.
Las migraciones de las ballenas son impresionantes: las jorobadas del hemisferio sur recorren más de 8.000 kilómetros desde la Antártida hasta Costa Rica, mientras que las ballenas grises viajan cerca de 11.200 kilómetros entre Rusia y Baja California. Durante este trayecto, los cetáceos no se alimentan, pero orinan grandes cantidades de urea rica en nitrógeno, contribuyendo aún más a la fertilización oceánica.
Los científicos destacan que las ballenas tienen un impacto a escala planetaria, comparable al de los humanos. Su influencia en la salud de los océanos demuestra la importancia de su conservación, ya que su presencia no solo mantiene el equilibrio ecológico, sino que también ayuda a mitigar el cambio climático mediante el reciclaje de nutrientes esenciales.