Kevin Alejandro Chávez López, de 23 años, fue detenido acusado de violar a un niño de 12 años. Al momento de su arresto, suplicó a los policías que no difundieran su imagen en redes sociales, afirmando: “No poli, por favor no me vayan a quemar en redes sociales, tengo familia, ya la regué, voy a pagar en el reclusorio, pero que no me vean mis familiares”.
El caso pone en evidencia el temor de los acusados a la exposición pública y el “linchamiento digital”, un fenómeno creciente en redes sociales, donde la difusión de imágenes y datos personales puede tener consecuencias para los familiares y el debido proceso. Si bien la condena social es comprensible ante delitos graves como la violación infantil, organismos internacionales y la jurisprudencia regional advierten que la exposición pública excesiva puede constituir un trato cruel, inhumano o degradante, y afectar derechos fundamentales, incluso de los acusados.
Las autoridades deben garantizar que el proceso judicial se lleve a cabo conforme a derecho y que la sanción social no sustituya la función de la justicia. La protección de la identidad de víctimas y acusados, así como el respeto al debido proceso, son principios esenciales en un Estado de derecho, aún en los casos más sensibles.
Los hechos sucedieron en la colonia Ex Ejido de San Juan de Aragón. México en el año 2020
