El juicio contra Gabriela Zapata, ex pareja de Evo Morales, por presunta trata y tráfico, enfrenta una nueva suspensión debido a la ausencia de un juez del Tribunal por motivos de salud. El proceso, que ya lleva ocho años, quedó postergado hasta el 1 de febrero. Tanto Evo Morales como Álvaro García Linera, convocados como testigos, no asistieron a la audiencia, argumentando que no fueron notificados, según su defensa.

Zapata, acompañada por su abogado, se presentó en el Tribunal de Justicia de La Paz, pero la suspensión fue notificada tras su ingreso al edificio. El proceso se inició en 2016, acusando a Zapata de utilizar a un niño para suplantar a un presunto hijo de Evo Morales, registrado cuando ella aún era menor de edad. Morales, como parte denunciante, no se presentó, alegando falta de notificación, a pesar de que ya había hecho su declaración.

La defensa de Morales solicitó reprogramar la audiencia para el 31 de enero, pero no recibió una respuesta positiva. El caso se mantiene como un capítulo prolongado en la historia judicial de Bolivia, destacando la complejidad y las suspensiones recurrentes que han caracterizado este proceso.