Mundo, 25 de noviembre de 2024. La violencia contra la mujer sigue siendo una de las violaciones de derechos humanos más persistentes y generalizadas en todo el mundo. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual en algún momento de su vida, la mayoría de las veces a manos de su pareja. Estas cifras evidencian un problema estructural que afecta tanto a países desarrollados como a aquellos en vías de desarrollo.
En Bolivia, el panorama es alarmante. De acuerdo con el informe de la Fiscalía General del Estado, hasta octubre de 2024 se registraron 79 feminicidios en el país, siendo La Paz, Cochabamba y Santa Cruz los departamentos con mayor incidencia. Además, datos del Observatorio de Género y Justicia muestran que más del 60% de las mujeres en Bolivia han sido víctimas de violencia machista, una estadística que supera el promedio global estimado por la OMS.
La OMS también advierte sobre las consecuencias de la violencia de género, que no solo impactan a nivel físico, con lesiones y problemas de salud a largo plazo, sino también a nivel psicológico, incrementando los casos de depresión, ansiedad y suicidio entre las víctimas. En Bolivia, estas secuelas son particularmente visibles en comunidades rurales, donde el acceso a servicios de salud y justicia es limitado.
Por otro lado, la Defensoría del Pueblo boliviana ha destacado la importancia de fortalecer la educación en igualdad de género y promover políticas públicas más efectivas. Iniciativas como la Ley 348 para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia han sido avances importantes, pero su implementación enfrenta obstáculos relacionados con recursos insuficientes y falta de capacitación en el sistema judicial.
En este Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la OMS y diversas organizaciones locales hacen un llamado urgente a los gobiernos y a la sociedad civil para redoblar esfuerzos en la prevención, atención y sanción de la violencia de género. Solo con un enfoque coordinado y sostenible será posible revertir esta crisis que afecta a millones de mujeres en todo el mundo.
