Bolivia, 1 de diciembre de 2024 – En los últimos 11 meses, la Policía decomisó 210 armas de fuego, incluyendo fusiles de asalto de grado militar, escopetas, pistolas y armas artesanales, junto con más de 50.000 municiones. El viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, señaló que este arsenal estaba destinado a actividades ilícitas como narcotráfico, contrabando y actos violentos que afectaron el orden público, como los bloqueos en el trópico de Cochabamba y la masacre de Pucamayu.

Aguilera advirtió que la internación ilegal de armamento busca debilitar a las fuerzas de seguridad del Estado, mencionando que una de las principales rutas de ingreso de estas armas es la frontera boliviano-paraguaya, con destino final en el trópico de Cochabamba. Las armas incautadas se vinculan directamente con Villa Tunari, zona donde se realizaron la mayoría de las operaciones antidroga.

El viceministro enfatizó que el armamento confiscado revela una intención clara de enfrentar y atacar a las fuerzas policiales, destacando que estas acciones criminales ponen en riesgo la seguridad y estabilidad del país.