Mundo, 2 de diciembre de 2024 – Un estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA) ha demostrado que la acumulación de grasa visceral en personas de mediana edad (40 a 50 años) está relacionada con niveles más altos de las proteínas Beta amiloide y Tau, consideradas precursoras de la enfermedad de Alzheimer. Este hallazgo resalta el papel de la obesidad en el desarrollo temprano de la patología neurodegenerativa.

La investigación, que analizó a 80 participantes con una media de 49,4 años, mostró que aquellos con mayor cantidad de grasa visceral tenían un riesgo incrementado de desarrollar Alzheimer. Se realizaron resonancias magnéticas abdominales, estudios metabólicos y tomografías PET cerebrales para evaluar la presencia de las proteínas asociadas. Según Mahsa Dolatshahi, autora principal del estudio e investigadora de la Universidad de Washington, la pérdida de peso y la reducción de grasa visceral podrían ser clave para prevenir o retrasar la aparición de la enfermedad.

Dolatshahi destacó que este descubrimiento no solo apunta a la importancia de las modificaciones en el estilo de vida, sino también a posibles avances en el desarrollo de medicamentos para perder peso que mejoren el flujo sanguíneo cerebral y reduzcan el riesgo de Alzheimer.