Venezuela, 21 de marzo de 2025 – Estados Unidos vinculó a 238 venezolanos con el Tren de Aragua basándose en sus tatuajes y los envió a la cárcel de máxima seguridad Cecot, en El Salvador. Entre ellos está Jhon Chacín, un tatuador sin antecedentes, cuya familia lo identificó en videos de reclusos rapados y encadenados.

Expertos en crimen organizado indicaron que, a diferencia de otras pandillas, el Tren de Aragua no exige tatuajes a sus miembros. Sin embargo, las autoridades estadounidenses usaron símbolos como relojes, nombres y frases religiosas como prueba de afiliación criminal, aplicando una política de deportaciones masivas.

El caso ha generado indignación, ya que muchos de los detenidos, como el exfutbolista Jerce Reyes y Edward Hernández, fueron arrestados sin pruebas concretas. Las familias denuncian que sus seres queridos fueron catalogados como pandilleros solo por tener tatuajes sin ninguna relación con actividades delictivas.

El gobierno de Nicolás Maduro contrató abogados en El Salvador para presionar por la liberación de los venezolanos. Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos advierten sobre la criminalización de la migración y la falta de garantías en los procesos de deportación.