Mundo, 18 de abril de 2025 – La tradición de celebrar la Pascua con huevos y conejos de chocolate tiene sus raíces en antiguas costumbres cristianas y paganas que datan de hace más de 1,000 años.
Según la Agencia Católica de Informaciones (ACI), el huevo fue considerado por los primeros cristianos como un símbolo de la resurrección de Jesucristo. Representaba el sepulcro vacío y la renovación de la vida. Durante el siglo IX, la Iglesia decretó la prohibición de consumir huevos durante la Cuaresma, por lo que el día de Pascua se celebraba no solo la resurrección de Jesús, sino también el “festín del huevo”, ya que ese día se permitía volver a comerlos.
En la Edad Media, comenzó la tradición de pintar huevos para la Pascua, convirtiéndolos en objetos preciados que simbolizaban la celebración de esta fecha. Esta costumbre se ha mantenido hasta nuestros días, cuando es común regalar huevos de Pascua o realizar búsquedas de huevos en parques y jardines.
La tradición del conejo de Pascua también proviene del cristianismo antiguo y de antiguas creencias paganas. La figura de la liebre silvestre, que luego se asoció al conejo, se utilizaba para explicar el camino cristiano hacia la resurrección.
Según ACI, “las patas traseras de la liebre son grandes y poderosas, y sirven para ascender por terrenos empinados, mientras que las patas delanteras son pequeñas y débiles”. Esta metáfora simboliza la fuerza necesaria para superar las dificultades y alcanzar la resurrección.
Además, en culturas germánicas, la liebre o conejo era símbolo de fertilidad y renovación, asociado a la llegada de la primavera y a diosas como Ostara. En la tradición cristiana, se incorporó este símbolo para representar la esperanza y la nueva vida que trae la resurrección de Cristo.
La costumbre de regalar huevos de chocolate surgió en Europa, especialmente en Francia y Alemania, a partir del siglo XVII, y se popularizó en el siglo XIX con la producción comercial de huevos de chocolate. Estos reemplazaron a los huevos reales decorados, facilitando su conservación y transporte.
El conejo de Pascua, en la cultura moderna, cumple una función similar a la de Papá Noel en Navidad, entregando huevos y dulces a los niños durante la Pascua.
La celebración de la Pascua con huevos y conejos de chocolate es una mezcla de símbolos que representan la vida, la renovación y la resurrección. Estas tradiciones combinan elementos paganos, catequesis cristiana y costumbres populares que han evolucionado a lo largo de los siglos hasta convertirse en las festividades que conocemos hoy.