Por más de 15 años, la periodista Carolina Ulloa dedicó su carrera a denunciar injusticias y defender a los desprotegidos y mujeres víctimas de violencia a través de sus reportajes en televisión. Sin embargo, mientras daba voz a los demás, callaba su propio drama personal: Ulloa era violentada por su ahora expareja.

«Yo ahora entiendo por qué las mujeres no denuncian, porque no hay apoyo real», afirmó Ulloa, quien lideraba el segmento «El Cazador Urbano» en Unitel. En 2015, comenzó una relación amorosa con el abogado Gonzalo A.V.M., que con el tiempo se tornó violenta. Los gritos se convirtieron en golpes y la violencia aumentó.

En 2019, Ulloa quedó embarazada, pero la agresión continuó. «Me golpeaba embarazada, me empujaba por las gradas, me sacaba de los cabellos de la ducha y me sometía a humillaciones», relató. La violencia física fue acompañada de maltrato psicológico. Ulloa soportó amenazas constantes, lo que le causó un cuadro de estrés crónico y derivó en una parálisis facial.

A pesar de abandonar la casa que compartía con Gonzalo, el hostigamiento continuó, especialmente con amenazas de quitarle la custodia de su hija. Motivada por un violento episodio en enero de este año, donde intervino la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia y Gonzalo fue arrestado, Ulloa decidió denunciar a su expareja y presentó una demanda por violencia familiar.

Las autoridades le otorgaron medidas de protección, pero una resolución de la jueza Karen Romero Ibáñez permitió al agresor ver a su hija los fines de semana. Ulloa cuestiona cómo un juez puede permitir que un agresor tenga acceso a su hija, pese a los testimonios que confirman su comportamiento violento.

Gonzalo A.V.M. también presentó un recurso para anular la imputación formal por violencia, y este miércoles 29 de mayo, un juez decidirá si procede. Ulloa solicitó ayuda a diversas instancias del Gobierno y a los medios de comunicación para evitar que el caso quede impune, temiendo que las influencias de Gonzalo en el poder judicial lo favorezcan.

Brújula Digital accedió a la declaración de una testigo, ex pareja de Gonzalo, quien corroboró la violencia y las amenazas constantes del abogado, asegurando que se vanagloriaba de tener contactos en la justicia y que era violento con su hija mayor de una relación anterior.

El abogado de Ulloa, Andrés Zúñiga, argumentó que hay suficiente evidencia para pedir la detención preventiva del denunciado, y subrayó que la justicia debe priorizar la protección de las víctimas de violencia.

«Temo por mi vida y por la de mi hija, suplico al sistema judicial que no nos desamparen. Un hombre violento no puede ser un buen padre», concluyó Ulloa, haciendo un llamado urgente para que se le brinde la protección necesaria a ella y a su hija.