La Paz, 6 de junio de 2024 – El ala evista del Movimiento Al Socialismo (MAS), junto con Comunidad Ciudadana (CC) y Creemos, tomaron el control de la Asamblea Legislativa Plurinacional este jueves. La sesión fue convocada y presidida por el senador Andrónico Rodríguez, quien utilizó artilugios jurídicos para justificar la legalidad de la reunión, recordando la controvertida asunción de Jeanine Áñez en 2019.

El quorum se alcanzó con la asistencia de 28 senadores y 78 diputados del MAS evista, CC y Creemos, mientras que los legisladores del ala arcista del MAS decidieron no participar, calificando la sesión de ilegal e ilegítima. La ausencia del presidente Luis Arce, actualmente de viaje en Rusia, fue aprovechada por David Choquehuanca, presidente en ejercicio, para facilitar la sesión y aprobar rápidamente varios proyectos de ley pendientes.

El inicio de la sesión estuvo marcado por un incidente inusual: la fumigación del hemiciclo, ordenada por la presidencia de la Cámara de Diputados. A pesar de este obstáculo, Rodríguez instaló la sesión con un quorum mayoritario, permitiendo avanzar en la agenda.

Rodríguez, también presidente de la Cámara de Senadores, fue vitoreado y aplaudido por senadores y diputados del MAS evista, CC y Creemos mientras exponía sus criterios. La escena evocó la unidad mostrada el 7 de noviembre de 2023, cuando se acordó una agenda de nueve puntos para consolidar a Rodríguez como titular del Senado por tercera vez.

La coordinación entre el evismo y la oposición había sido anticipada, con el senador evista Hilarión Mamani anunciando el martes la convocatoria conjunta de Rodríguez. El miércoles, el senador de CC Guillermo Seoane confirmó que se tratarían leyes «irresueltas» y la mencionada agenda de nueve puntos.

La estrategia jurídica de Rodríguez, similar a la utilizada por Áñez en 2019, demuestra la habilidad del evismo para navegar en aguas legales complejas y mantener el control legislativo en momentos de crisis. Este movimiento ha desatado críticas y generado controversia, subrayando las divisiones internas dentro del MAS y la capacidad de la oposición para capitalizar estas fracturas.