La Organización Mundial de la Salud (OMS) está evaluando la solicitud de Bolivia para despenalizar el consumo internacional de la hoja de coca, según informó el ministro de Gobierno boliviano, Eduardo Del Castillo, citando el informe anual de 2023 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).

El Gobierno boliviano ha impulsado una iniciativa para excluir la hoja de coca de la Lista I de la Convención de 1961 de la ONU, utilizando tres vías: informativa, jurídica y política. Esta acción busca reconocer el valor histórico, cultural y nutritivo de la hoja de coca, considerada milenaria en Bolivia.

El presidente Luis Arce envió una carta formal al secretario general de la ONU, António Guterres, solicitando el examen crítico de la clasificación de la hoja de coca. Posteriormente, en septiembre de 2023, el Gobierno formalizó su demanda.

Una vez concluido el examen por parte de la OMS, se notificará al Gobierno boliviano sobre los resultados. Un comité de expertos será responsable de determinar si la hoja de coca produce dependencia, así como de evaluar su efecto sobre el sistema nervioso central.

Bolivia ha solicitado la participación de técnicos farmacológicos, un experto en medicina natural y un experto en derechos de los pueblos indígenas en este proceso de evaluación.

Esta iniciativa representa un esfuerzo conjunto del Estado Plurinacional de Bolivia y su población, con el objetivo de reconocer y proteger el uso tradicional y cultural de la hoja de coca.