España, 27 de marzo, 2025 – Durante un maratón, mientras el cuerpo agota sus reservas de energía, el cerebro comienza a consumir una sustancia clave para su funcionamiento: la mielina, una capa grasa que recubre las neuronas y permite su correcto desempeño. Así lo reveló un estudio de científicos españoles publicado en Nature Metabolism, que sugiere que el ejercicio físico extremo activa un mecanismo de emergencia en el cerebro.
En condiciones de agotamiento energético, como correr 42 kilómetros, el cuerpo recurre primero a hidratos de carbono y después a las grasas. Según el estudio, la mielina también actúa como una posible reserva energética en momentos críticos. En ratones ya se había demostrado este fenómeno, pero esta vez los investigadores lo comprobaron en humanos tras estudiar a diez corredores de maratón con resonancias cerebrales antes y después de la carrera.
Los resultados mostraron una reducción de mielina en 12 regiones de la materia blanca del cerebro, especialmente en áreas responsables de la coordinación motora y la integración sensorial y emocional. Aunque los niveles comenzaron a recuperarse dos semanas después del maratón, fue necesario un periodo de dos meses para volver al estado inicial. Esto plantea interrogantes sobre las consecuencias acumulativas del ejercicio extremo en atletas que participan en varias competencias al año.
“El ejercicio moderado es beneficioso, pero aún desconocemos gran parte de las consecuencias del ejercicio extremo”, advirtió Eduard Guasch, electrofisiólogo del Hospital Clínic Barcelona. Explicó que este tipo de actividad provoca una sobrecarga prolongada en el organismo, lo que puede generar inflamación temporal y estrés energético, afectando a largo plazo órganos como el corazón o el cerebro.
La gran incógnita ahora es si esta pérdida temporal de mielina podría derivar en efectos neurofisiológicos o cognitivos duraderos. Se requieren más estudios con muestras más amplias para saber si estos microdaños cerebrales tienen un impacto clínico significativo. Los expertos también piden investigar si, al igual que sucede con el corazón, la acumulación de daño tras múltiples maratones podría afectar la salud neurológica de los atletas de élite.